https://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=iizJJJ6VlYI&feature=emb_logo
En este vídeo se nos muestran las luchas encabezadas por cinco niños y niñas de nacionalidades diferentes.
Yusra Mardini nadó durante horas empujando el bote lleno de inmigrantes sirios como ella que pusieron todas sus esperanzas en llegar a una tierra nueva. Actualmente, lucha por los derechos de las personas refugiadas que a diario se juegan la vida en el mar buscando un futuro mejor.
La pequeña Sophie Cruz defiende, con sangre mexicana y los pies en Estados Unidos, el derecho a permanecer unida a sus padres de manera legal en el subcontinente norteamericano.
Por su parte, Ishmael Beah, sierraleonés con una infancia marcada por la guerra y desamparada de cualquier derecho, defiende la liberación y protección de todos los niños soldado alrededor del mundo.
Malala Yousafzai era, para mí, la más conocida de este grupo de activistas. Con su merecido Nobel de la Paz y todas las dificultades encontradas por el camino, sigue propugnando la educación y la lucha por las mujeres como el principal de los derechos de la infancia para asegurar el desarrollo y el cambio.
Para acabar, todos conocemos a Greta Thunberg, quien alzó la voz firme por salvar nuestro planeta de la contaminación y el calentamiento global, empezando con una huelga escolar por el clima y desencadenando la movilización de millones de personas.
Como decía, cada uno con sus luchas, todas extremadamente urgentes e importantes, me parecen ejemplos de fortaleza, valentía, compromiso y resiliencia que, sin duda, el mundo debe conocer.
Esos valores son lo que más me ha impresionado de ellos.
Como docente, creo que una parte de mi aportación a los derechos de la infancia reside en visibilizar historias como las de estos protagonistas y muchos otros alrededor del mundo. Dar a conocer las problemáticas globales y cómo siempre hay gente que lucha por ellas, permitirá a mis alumnos o a otras personas entender las causas, sumarse a ellas y empoderarse en base a sus derechos para alcanzar una vida mejor, más digna y más justa.
Así que, no, no son "solo más que niños". Son la semilla más fértil de nuestro mundo.
En este vídeo se nos muestran las luchas encabezadas por cinco niños y niñas de nacionalidades diferentes.
Yusra Mardini nadó durante horas empujando el bote lleno de inmigrantes sirios como ella que pusieron todas sus esperanzas en llegar a una tierra nueva. Actualmente, lucha por los derechos de las personas refugiadas que a diario se juegan la vida en el mar buscando un futuro mejor.
La pequeña Sophie Cruz defiende, con sangre mexicana y los pies en Estados Unidos, el derecho a permanecer unida a sus padres de manera legal en el subcontinente norteamericano.
Por su parte, Ishmael Beah, sierraleonés con una infancia marcada por la guerra y desamparada de cualquier derecho, defiende la liberación y protección de todos los niños soldado alrededor del mundo.
Malala Yousafzai era, para mí, la más conocida de este grupo de activistas. Con su merecido Nobel de la Paz y todas las dificultades encontradas por el camino, sigue propugnando la educación y la lucha por las mujeres como el principal de los derechos de la infancia para asegurar el desarrollo y el cambio.
Para acabar, todos conocemos a Greta Thunberg, quien alzó la voz firme por salvar nuestro planeta de la contaminación y el calentamiento global, empezando con una huelga escolar por el clima y desencadenando la movilización de millones de personas.
Como decía, cada uno con sus luchas, todas extremadamente urgentes e importantes, me parecen ejemplos de fortaleza, valentía, compromiso y resiliencia que, sin duda, el mundo debe conocer.
Esos valores son lo que más me ha impresionado de ellos.
Como docente, creo que una parte de mi aportación a los derechos de la infancia reside en visibilizar historias como las de estos protagonistas y muchos otros alrededor del mundo. Dar a conocer las problemáticas globales y cómo siempre hay gente que lucha por ellas, permitirá a mis alumnos o a otras personas entender las causas, sumarse a ellas y empoderarse en base a sus derechos para alcanzar una vida mejor, más digna y más justa.
Así que, no, no son "solo más que niños". Son la semilla más fértil de nuestro mundo.
El otro día volví a ver una película que hacía años que no veía: "The night of the hunter". Una película protagonizada por Shelley Winters y Robert Mitchum, y dirigida por Charles Laughton. En ella unos niños se ven abocados a una situación espantosa en medio del contexto de la gran depresión norteamericana, tras la crisis de 1929. Al final de la película uno de los personajes, que se ha hecho cargo de los niños, termina diciendo: "Ellos son fuertes. Los niños son los más firmes". La frase en si es un arma de doble filo, puesto que a menudo se utiliza para justificar cualquier decisión tomada en nombre de los niños diciendo que ellos se acostumbran a todo. Pero por otro lado es cierto: los niños no tienen doblez, son nobles, son sinceros, son "firmes" ... son la esperanza para un mundo tan desatinado como el que nos ha tocado vivir. Gracias por tu aportación. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarQué buen ejemplo. No es una película para niños, pero permite hacer muy buenas reflexiones sobre la infancia. ¡Gracias!
EliminarQué bien! No la conocía, ya tengo peli para esta noche. Gracias Nacho!
EliminarHola Cristina:
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios sobre el vídeo y por enfocar la reflexión en la capacidad que tienen niños, niñas y adolescentes para inspirar valores y contribuir a una sociedad más justa. Esperamos que el MOOC te aporte ideas para que puedas desarrollar esta visión en las aulas.
Un saludo,
El equipo de dinamización de #EducaDerechosMOOC